España dispone de una notable infraestructura para llevar a cabo una gestión segura y eficaz de los residuos radiactivos desde los puntos de vista:
El artículo 38 bis de la Ley 25/1964, de 29 de abril, sobre energía nuclear, dispone que la gestión de residuos radiactivos, incluido el combustible gastado y el desmantelamiento y clausura de instalaciones nucleares, constituye un servicio público esencial que, de acuerdo con el artículo 128.2 de la Constitución, se reserva a la titularidad del Estado. Este servicio está gestionado por la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos, S.A., S.M.E. (ENRESA), de acuerdo con el Plan General de Residuos Radiactivos aprobado por el Gobierno.
ENRESA fue creada en 1984 y sus funciones están reguladas en el Real Decreto 102/2014, de 21 de febrero, para la gestión responsable y segura del combustible nuclear gastado y los residuos radiactivos.
Entre los países que tienen implantadas soluciones de carácter definitivo, la práctica totalidad ha adoptado lo que se conoce como “almacenamiento cerca de la superficie”, que puede ser:
Alemania: antigua mina Konrad (baja Sajonia). La licencia para la construcción de un almacén de residuos se presentó en 1982, fue aprobada 20 años después e inmediatamente recurrida. En 2006 se confirmó la licencia. Se espera que inicie su operación en 2019, con una capacidad total de 300.000 m3.
Francia: posee dos centros de almacenamiento definitivo: L’Aube en Soulaines (con capacidad para 1 millón m3 de residuos de baja actividad y vida corta), y el centro de Morvilliers (con capacidad de 0,65 millones de m3 de residuos de muy baja actividad).
Reino Unido: Los residuos de baja actividad, tras su acondicionamiento, se envían a Drigg en Cumbria, donde se depositan en zanjas de hormigón que una vez llenas, se cubren con hormigón y tierra. Hay otro centro de almacenamiento final en Dounreay, Escocia, propiedad de UKAEA, cuya capacidad de almacenamiento ya está cubierta y se está evaluando su ampliación.
Suecia: El almacenamiento final para los residuos de baja y media actividad procedentes de las centrales, denominado SFR1, y situado junto a la CN de Forsmark, está en operación desde 1988 y es propiedad de SKB. Está situado debajo del mar Báltico y cubierto por unos 60 m de roca. Tiene capacidad, ampliable, para 63.000 m3. Para los residuos procedentes del desmantelamiento está previsto construir un almacén final (SFR3) junto al actual SFR1.
Tras su almacenamiento en la piscina de combustible gastado de las centrales nucleares, éste puede ser almacenado temporalmente en una instalación de almacenamiento centralizada o individualizada, hasta la determinación de su destino final.
Este destino final puede ser: